Entre el repertorio de juegos de mesa que utilizamos, me gustaría destacar El lince. Se trata de un juego de agudeza visual destinado, principalmente, para los más pequeños. Su adaptación para ancianos es tremendamente sencilla y resulta increíblemente efectiva y satisfactoria para personas con demencia, al menos, esto es lo que he comprobado jugando con mi madre. Incluso me sorprende la rapidez con la que utiliza las figuras.

El juego

Está compuesto de un tablero en el que hay impresas multitud de fotografías de objetos (hay varios niveles de dificultad en función del tamaño y número de los objetos) y la misma cantidad de fichas con cada objeto. El objetivo es localizar las figuras en el tablero haciendo uso de las fichas. Así de sencillo.

¿Cómo jugar al lince con una persona con demencia?

Bien, no se me ocurrió jugar a este juego con mi madre hasta que mi sobrino se lo pidió por su cumple. Él tiene 7 años y a veces compartimos actividades, en el sentido intergeneracional de las actividades educativas. Por mi parte, yo conocía ese juego gracias a mi trabajo y me sorprendió gratamente que a él le gustara. Evidentemente, cuando me lo pidió estuve valorando si podía utilizarlo con ella. Tenía muchas dudas. La agudeza visual de un niño de 7 años no parecía que fuera la misma que la de mi madre. No podía comprarle un juego para niños más pequeños a mi sobrino, así que me aventuré con la versión advance, bueno esto es una pequeña broma; quiero decir que me decanté por el modelo con más figuras de menor tamaño. Tampoco es que quisiera regalarle un juego a mi sobrino para que se aburriera. Y la verdad es que me alegro tanto, porque acerté. Mi madre es muy buena jugando.

El tablero está compuesto por una pieza central con forma de circunferencia a la que se le unen otras piezas que parecen quesitos. Como lo que quiero es que mi madre esté cómoda y no se tenga que levantar, utilizo la mitad (que queda como la mitad de un queso, por seguir con la comparación) y voy buscando fichas con las figuras que veo en esa mitad –como veis también desarrollo mi agudeza visual-. Una vez que mi madre ha encontrado los objetos, le pido que me diga qué son. Unas veces acierta y otras no, pero las veces que acierta son muy reconfortantes. Si veo que se tercia la oportunidad y tenemos un día bueno, le pido que escriba la palabra o que describa cómo son (color, forma…).

Solo me queda decir que le encanta jugar. Es divertido, entretenido y educativo… para disfrutar en familia. Y no me paga la marca de juguetes… Es un recurso excelente.

Objetivos
  • Desarrollar y mantener la agudeza visual.
  • Discriminar los objetos y describirlos.
  • Verbalizar los objetos que se encuentran en el tablero.
  • Potenciar la autoestima, que nunca está de más. Ser capaz de encontrar un objeto entre un oceáno de objetos diversas formas y colores no tiene precio.
  • Divertirse.
RECOMENDACIONES
  • Sobre todo, no hay que forzar.
  • Resulta interesante buscar objetos que puedan ser significativos para la persona.
  • Si tarda mucho en encontrar un objeto, indícale la zona.
  • Recuerda que, si es posible, es muy interesante que describa los objetos: color, forma, utilidad.