Hoy me gustaría recomendar la lectura del cuento «Dolor fantasma» incluido en Manual para mujeres de la limpieza de Lucia Berlin. Lo he leído recientemente, y me ha parecido brillante, simplemente eso. No quiero hacer un comentario de texto ni decir que me siento identificada o que os podéis sentir identificados con lo que en él se narra. En absoluto. Nada más lejos de mi intención ni de la realidad. Sin embargo, me he sentido unida de alguna manera a la forma que Lucia eligió para expresar su relación con su padre. Me ha parecido brillante y me apetecía compartirlo. Espero que, si cae en vuestras manos, podáis disfrutarlo tanto como lo he disfrutado yo.
Estoy enfadada conmigo misma porque me recomendaron este libro y a esta autora hace unos cinco años, y me lo compré inmediatamente, pero en inglés. Si era tan bueno, quería leerlo directamente en el idioma en que fue escrito. Hasta aquí todo bien si no fuera porque mi inglés nunca ha llegado al nivel de lectura necesario para comprender y disfrutar de una joya de la narrativa como esta. Cargué con el ejemplar en todas mis vacaciones, de verdad. Lo llevé a todas las playas; lo abrí en todos los medios de transporte en los que he viajado en los últimos cinco años. A veces lo intentaba, creía leer un par de hojas, e incluso me decía qué fantástico sería entenderlo. ¡Menuda imbécil! Lo que me he perdido por no reconocer que no comprendía ni el 30 % de lo que ponía (y aun así me pareció que tenía que ser genial entenderlo todo). No ha sido hasta hace bien poco que me he bajado de mi orgullo, y he reconocido que no estaba disfrutando y que me apetecía leer este libro de verdad. He tardado unos cinco años en poder darme cuenta y en toparme con este hermoso relato. Cómo me arrepiento.
Resumiendo, os lo recomiendo.
—Vamos, Lu, llévame a las montañas y déjame allí —me suplicaba mi padre a todas horas cuando lo metí en la residencia de ancianos.
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