Digamos que esta no es una de las actividades candidatas a los premios Actividades Favoritas del año. En primer lugar, porque supone un esfuerzo. Hay que escribir y pensar. Y, en segundo lugar, porque deja en evidencia la pérdida de habilidades. Al percatarse de que no es capaz de escribir las palabras o que no le salen las letras, la frustración hace su aparición en escena y, lo que es peor, la pena. Sin embargo, no porque no guste hay que dejarla de lado. Solo hay que adaptarla al nivel cognitivo y al estado de ánimo, sin forzar mucho, se entiende.
Objetivos
- Desarrollar la motricidad fina.
- Conservar las habilidades gráficas y de lectoescritura.
- Mantener la concentración.
- Procurar potenciar los niveles de abstracción y concentración.
- Relacionar lo escrito con la realidad.
- Recordar letras y unión de sílabas.
- Fijar palabras.
Recursos
- Cuaderno cuadriculado, lápiz y goma.
- Cuadernos de caligrafía, sí, sí, los de Rubio de toda la vida. Los encontraréis en cualquier lado o en los chinos mismamente.
¿Cómo hacer caligrafía?
A escribir se aprende escribiendo y a no olvidarse de escribir se aprende escribiendo. Si no le salen las letras, suelo escribir la palabra o frase encima. Si aun así resulta difícil, guío con mi mano el trazo para que lo pueda seguir. A veces probando y probando es como si la mano de repente recordara cómo hacerlo todo. No dura mucho cuando pasa, pero hay que seguir intentándolo. Si observáis que no le apetece, podéis poner un límite, por ejemplo, una página, cinco líneas, lo que creáis que pueda hacer.
RECOMENDACIONES
- Valora el ritmo y la disposición de la persona. No fuerces. Mi objetivo es que escriba una página pero si tiene que escribir tan solo una línea de un enunciado porque ese día no puede más, pues tendrá que ser una línea.
- Si veo que no hay manera, pruebo simplemente a que escriba su nombre. Escribimos tantas veces nuestro nombre a lo largo de nuestra vida que sale solo, no siempre, eso sí.
- En ocasiones, es necesario ofrecer un modelo en el que pueda fijarse a la hora de escribir las letras. No exijas que siga un patrón (mayúsculas o minúsculas).
- Escribir las palabras puede ser una estupenda manera de fijarlas. Esta actividad puede ser complementaria de otras en las que se utilicen imágenes o simplemente se verbalicen. Si enseñas una naranja puede nombrarla en voz alta y, a continuación, escribirla y leerla.
- Borra y reescribe un par de veces. Si compruebas que no sale de ninguna de las maneras, es el momento de dejarlo.
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