El collage, esa recurrida técnica, utilizada en infinidad de corrientes artísticas y en la mayoría de niveles educativos y con resultados tan vistosos, no podía faltar en ningún catálogo de actividades a realizar con vuestro familiar. Las razones son evidentes. Son extremadamente útiles para potenciar la capacidad de concentración; son muy sencillos de hacer y de explicar y también muy baratos. Así, que dejaos llevar por vuestras manitas creativas… La técnica del collage ofrece muchas variantes, a continuación, os mostraré una que puede ser muy interesante para trabajar la motricidad fina: el clásico collage de legumbres.

objetivos
  • Potenciar la atención y la concentración.
  • Fomentar la motricidad fina, potenciando principalmente  la pinza para coger objetos pequeños.
  • Desarrollar la orientación en el espacio.
  • Favorecer la discriminación de objetos (legumbres). 
  • Estimular la creatividad.
  • Mantener la idea de contorno.
recursos materiales
  • Cartón que servirá de base.
  • Cola blanca y palillos.
  • Legumbres variadas.
DESARROLLO
  • En primer lugar, es importante preparar el espacio y organizar la mesa de trabajo. Es conveniente considerar si la persona es zurda o diestra para colocar los materiales de trabajo. Como mi madre es diestra, os lo voy a contar a lo diestro.
  • El cartón donde se realizará el mosaico debe estar centrado respecto a la posición de la persona. A su izquierda más inmediata, colocaremos un cartoncillo o un papel con un poco de cola blanca y palillos. Un poco más alejados diversos montones de cada legumbre (tampoco es necesario que pongáis medio kilo en cada montón) colocados alrededor del cartón en el sentido de las agujas de un reloj.
  • Ahora viene el diseño del mosaico-collage. Con dos o tres formas geométricas será suficiente, no os compliquéis. En la foto, podéis comprobar que con un cuadrado y un círculo ya confeccionamos un diseño apañado. 
  • Dependiendo del grado de comprensión que observéis en vuestro familiar, podéis indicarle que elija si quiere usar lentejas para el círculo interior o, si sois conscientes de que no lo va a entender, podéis dar instrucciones para que coja las lentejas para rellenar el área del círculo. 
  • Lo prioritario de la actividad es, desde mi punto de vista, que pueda realizar los siguientes movimientos:
    • Mover el brazo hasta el montón de las lentejas.
    • Coger una lenteja con la mano izquierda y aplicarle cola blanca con el palillo que coja con la mano derecha. 
    • Pegar la lenteja en su lugar correspondiente, efectuando la fuerza necesaria para que se quede fijada (sin pasarse).
  • Puede parecer que todo esto que os estoy contando es de perogrullo. Pero, en la realización de estos movimientos, están implicados varios conjuntos de músculos y, además, hay que calibrar la fuerza con la que se presiona la lentejita en el cartón. 
  • Poco a poco, con paciencia, iremos rellenando las figuras. Quiero insistir en la idea de la paciencia porque, si ya de por sí es necesario tomarse un collage con calma, entenderéis que desarrollar esta actividad con vuestros familiares necesita un extra de paciencia a niveles del Santo Job.
recomendaciones
  • La elección de las legumbres implica que valoréis el tamaño. Se trata de una actividad indicada para enfermos que no se encuentren en fases avanzadas que sean capaces de atender instrucciones y de manejar objetos tan pequeños como lentejas. Podéis optar por alubias que son más grandes o por un collage más disperso (en el que solo marque los contornos).
  • Lo más probable es que vuestra función sea la de recordar constantemente qué hay que hacer: «Coge una lenteja», «Ponle pegamento»… Paciencia infinita again.
  • Podéis incorporar otros elementos. En el collage de muestra, al ver que mi madre me quería lanzar los garbanzos a la cabeza, le propuse utilizar unas pegatinas muy chulis de herramientas que no combinaban mucho con la temática del cocido aunque le daban un aspecto rompedor y la técnica era mucho más sencilla (despegar el papel de la pegatina).
variantes
  • Me habría gustado experimentar mucho más con esta técnica. Sin embargo, mi madre me miraba muy mal cuando se lo proponía, así que no profundicé mucho en sus variantes. Cuando descubrí el recurso del PlayMais, me pareció una buena alternativa para no forzarla tanto, aunque llegó tarde a nuestras actividades terapéuticas. 
  • Como opciones, podéis crear un mosaico con pedacitos de papel de colores. Tres modalidades:
    • Cortando pedazos de revistas lo que implica que seleccionéis los colores (motivando su iniciativa y creatividad).
    • Cortando pedacitos de folios de colores.
    • Creando pequeñas bolitas de papel de colores.
  • En alguna ocasión, realizamos pequeños collages muy interesantes. Es una pena, pero se me traspapelaron y no he podido encontrarlos para enseñaroslos. Creábamos muñecos de papel recortando cabezas (jeje) y partes del cuerpo de revistas. Obvia decir que entonces, mi madre podía identificar las partes del cuerpo o al menos mantenía el concepto de partes de un todo.